Las personas que tienen o han tenido cáncer no solo son pacientes con cáncer, su vida es mucho más. Por ello, el hospital no es el lugar idóneo para llevar a cabo los programas de ejercicio que les ayudarán a vivir mejor, salvo en las circunstancias en las que no haya más remedio. Las personas con cáncer deben entrenar como todas, en un lugar adecuado y donde aseguremos la continuidad del programa. Ese lugar puede ser un gimnasio, en casa, en un parque… y siempre con la supervisión, al menos durante un tiempo, de un entrenador especializado.
Hemos escrito sobre ello aquí