Realizar ejercicio después del cáncer de mama es fundamental. Así, todas las mujeres con cáncer de mama deben realizar un programa de ejercicio que incluya 3 bloques: fuerza, cardio y ejercicios para la mejora de la funcionalidad general. En el caso de que te encuentres durante el tratamiento te recomendamos leer la siguiente entrada.
El objetivo del ejercicio después del tratamiento es doble. Por un lado, el ejercicio ayuda a vivir mejor en general. Por otro, permite recuperarnos de los efectos secundarios y el deterioro que provocan los tratamientos.
Los efectos secundarios pueden permanecer mucho tiempo después del diagnóstico. Esto puede suponer un elevado riesgo para tu salud. Te ponemos algunos ejemplos, en los que el ejercicio es imprescindible para que te encuentres mejor.
Muchas mujeres sufren fatiga crónica provocada por la aplicación la quimioterapia. En ese caso es fundamental el entrenamiento de fuerza y cardio. Otras muchas sufren osteoporosis y dolor articular debido a la terapia hormonal. Para ello es muy importante un estímulo adecuado, mediante fuerza, vibraciones e impactos si es posible. A esa mochila podemos añadir problemas cardiovasculares graves, que se podrían evitar con un programa de ejercicio adecuado.
Un programa de ejercicio supervisado por especialistas te ayudará a encontrarte mejor y a disminuir todos estos problemas. Ten en cuenta que no existen ejercicios específicos para el cáncer. Por tanto, tampoco existen ejercicios para el cáncer de mama, por lo que es muy importante saber que:
- El ejercicio después del cáncer de mama te ayuda a vivir mejor
- El ejercicio de fuerza mejora la musculatura y la funcionalidad general del cuerpo. Hay que hacerlo aunque tengas linfedema
- El entrenamiento de fuerza mejora el dolor articular, la osteoporosis y el sistema inmune y endocrino
- El ejercicio cardiovascular disminuye la fatiga y los problemas cardiovasculares
- El ejercicio de fuerza y el cardiovascular ayudan a perder peso y mejorar la imagen corporal