Hacer ejercicio durante el tratamiento de cáncer de mama es muy importante para ti. Te damos 3 recomendaciones:
- Inicia un programa de ejercicio lo antes posible. Aunque puedas creer que no es el mejor momento, es lo mejor para ti.
- Busca a profesionales cualificados que te propongan un programa con estos 3 bloques fundamentales: fuerza, cardio y ejercicios para la mejora de la funcionalidad general. Estos tipos de ejercicios se aplicarán en un orden y cantidad determinados en función de tus características, incluido el tipo de tumor y el tratamiento establecido por el equipo médico.
- Mantente todo lo activa posible, por ejemplo con mínimo de 30 minutos al día caminando.
El objetivo es mantener nuestra condición física en el mejor estado posible. Esto te ayudará a sobrellevar el tratamiento mejor, evitar la magnitud de muchos efectos secundarios y recuperarte mejor una vez que concluyan las terapias.
En el caso de que ya hayas concluido el tratamiento central te recomendamos que leas esta otra entrada (pincha aquí)
Durante el tratamiento es muy común la posibilidad de que aparezca linfedema cuando se ha extraído un número importante de ganglios axilares. También es habitual que exista cierta perdida de movilidad y ciertas molestias en el hombro del lado operado. Muchas mujeres sufren fatiga crónica como consecuencia de la aplicación de los ciclos de quimioterapia. Otras muchas sufren osteoporosis y dolor articular debido a la terapia hormonal. Etc, etc, etc. Con todos estos problemas, un programa de ejercicio te ayudará a sentirte mejor y seguir con tu vida de la mejor manera posible.
Por lo tanto, recuerda:
- El ejercicio durante el tratamiento de cáncer de mama es muy importante para estar mejor
- Inicia un programa de ejercicio supervisado, en esta fase es necesario prestar atención y controlar los efectos secundarios
- Mantente activa, siempre con el asesoramiento adecuado
- Tener dudas es normal, pero el ejercicio te beneficia y es algo que depende de ti.