El ejercicio físico protege la salud en cualquier etapa de la vida, pero es especialmente importante ante circunstancias graves como un cáncer. Manuel Martín, fundador y director técnico del Instituto Profesional Ejercicio Físico y Cáncer (IPEFC) nos habla de ello.
COMO PREVENCIÓN
Realizar actividad física puede reducir hasta en un 30 % la probabilidad de ser diagnosticado de un cáncer. Es una reducción muy considerable y que se basa en tres procesos: hormonal, metabólico e inmune, que se correlacionan para evitar la aparición del tumor, que es una alteración celular que puede estar mediada por factores genéticos.
Cuando somos físicamente activos, el organismo genera un entorno antagónico para el cáncer. Pero ¿cuánto ejercicio habría que realizar para tener este efecto protector? «Más que de ejercicio hablamos de actividad física, durante el mayor tiempo posible a lo largo de la vida», comenta el experto. No obstante, lo ideal sería hacer ente 150 y 300 minutos de actividad cardiovascular moderada a la semana, o 75 minutos semanales de actividad vigorosa, ambas modalidades acompañadas de dos sesiones, al menos, de trabajo de fuerza. «Siempre se había considerado el ejercicio físico cardiovascular y ahora hay que sumar a este el de fuerza, pero no eliminarlo, no sustituir uno por otro sino añadirlo», explica.
AQUÍ PUEDES VER TODA LA ENTREVISTA:

